La Resiliencia y Adaptabilidad de los Proyectos de Energía Sustentable

Paula Gascón

Ingeniero de Monitoreo

25 November 2024

Olas de calor, inundaciones, incendios, megatormentas... el clima de este año ha dejado claro que el cambio climático es una realidad presente y peligrosa. Hemos experimentado temperaturas extremas, huracanes de categoría 5, inundaciones sin precedentes y tifones muy intensos, evidenciando lo que implica vivir en un planeta que, de acuerdo con expertos, artificialmente aumentó 1.1°C en el último siglo. 

El cambio climático, una amenaza inminente, es una realidad que debemos aceptar. Las condiciones climáticas extremas están destruyendo hogares, negocios y vidas, y los costos de estos desastres naturales no dejan de aumentar, superando el billón y medio de dólares. Por ejemplo, las 18 catástrofes meteorológicas que ocurrieron en Estados Unidos en 2021 tuvieron un coste total de más de 88,000 millones de euros, según las últimas estimaciones. En México, los desastres naturales tienen también un alto impacto económico. El huracán Otis de 2023, se calcula que tuvo un costo económico de 2 mil MDD, esto sin considerar el impacto psicológico y emocional de los afectados, convirtiéndose en el segundo huracán más catastrófico en la historia del país.

Por ello, la importancia del diálogo entre sectores socioeconómicos y empresariales es fundamental. La principal preocupación de los proveedores de energía es el usuario, quien enfrenta los mayores riesgos. Por ello, debemos trabajar juntos hacia una mayor eficiencia energética, mitigando riesgos y reduciendo costos. Es crucial buscar un modelo integral que garantice firmeza y sustentabilidad en la transición energética.

En la actualidad, nos enfrentamos a una grave crisis climática, donde la tecnología, aunque valiosa, no resulta suficiente para abordar los desastres que estamos experimentando. Fenómenos como heladas, huracanes y olas de calor intensas complican, e incluso en ocasiones hacen imposible, la operación de plantas no despachables (prefiriéndose a las plantas de energía eléctrica que no se pueden encender o apagar para satisfacer la necesidad de electricidad fluctuante). Es urgente eliminar la burocracia que frena nuestras iniciativas para salvar el planeta, y es alarmante reconocer que vamos muy, muy tarde. La seguridad y la eficiencia energética deben abordarse desde múltiples perspectivas. El proceso de descarbonización no puede lograrse de la noche a la mañana; necesitamos eficientizar el uso de recursos no renovables y establecer un almacenamiento estratégico. Sin embargo, nos encontramos en un punto crítico: ¿de qué sirve atacar las fallas si las consecuencias son devastadoras? 

Es por ello por lo que, más allá de una transición energética, es necesaria una revolución. Estamos llegando tarde a la adopción de energías renovables y a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Los huracanes, incendios, inundaciones y extremos climáticos son una consecuencia directa de nuestra inacción, lo que genera un gasto adicional en energía y recursos. Por ejemplo, el uso excesivo de aires acondicionados en México ha resultado en apagones debido a la alta demanda. Esto, a su vez, ha limitado el despacho de energía, ya que las plantas renovables no pueden operar adecuadamente en estas condiciones. Además, las heladas han provocado la congelación de gasoductos, creando un círculo vicioso que agrava la situación.

Los esfuerzos actuales no son suficientes y se han ignorado durante años las evidencias científicas. Necesitamos preguntas concretas sobre lo que está cambiando en la industria y si las respuestas son adecuadas ante las consecuencias del cambio climático. ¿Qué acciones preventivas se están tomando para enfrentar desastres naturales y evitar el desabasto de energía? ¿Existen planes futuros para reducir las emisiones en aspectos sociales, ambientales y económicos? ¿Estamos dispuestos a escuchar a otros sectores y qué acciones se están llevando a cabo para mitigar las consecuencias directas de nuestras industrias?

Los científicos están convencidos que el cambio climático es la causa de los fenómenos meteorológicos más severos del planeta. Nos encontramos más cerca de convertirnos en refugiados climáticos que en millonarios. Lo más preocupante es que estos eventos continuarán en aumento, creando un círculo vicioso: un océano sobrecalentado genera energía adicional que intensifica rápidamente los huracanes, impulsados por una atmósfera más cálida y húmeda. Este aumento de temperatura es consecuencia de la emisión de gases de efecto invernadero que han calentado nuestro planeta durante los últimos 120 años.

Consecuentemente, es evidente que cada vez estamos más a la merced de desastres naturales y de sus impactos en nuestra vida cotidiana, en la economía local y global, así como en la producción de energía y acceso al agua limpia. Y es por ello por lo que las compañías con un enfoque holístico como MITinfra son tan importantes. 

El enfoque que tenemos dentro de MITinfra incluye inversiones en proyectos de infraestructura sostenible (como energías renovables y plantas de tratamiento de agua), contribuyendo al crecimiento económico y al bienestar social en diversas partes del país. La empresa busca fomentar la innovación y la sostenibilidad en sus proyectos para enfrentar desafíos energéticos e hídricos contemporáneos. Nuestros activos incluyen 1planta fotovoltaica, 2 plantas eólicas, más de 40 plantas de tratamiento de agua, 1 ciclo combinado, entre muchos otros proyectos, los cuales prometen un futuro con energía limpiay abundante, ya que, al ser provenientes de fuentes sustentables, se despojan de la dependencia a combustibles fósiles, además del ahorro importante en emisiones de gases de efecto invernadero precisamente para frenar este círculo vicioso.

Se estima que nuestros activos han permitido tener un ahorro de 1,200+ toneladas de CO2anuales, lo que equivale a plantar hasta 50,000 árboles. Este logro es posible gracias a nuestra fuerza laboral y toda la cadena productiva que incluye proveedores, contratistas, entre otros, quienes se aseguran de que las plantas funcionen de manera óptima y estén preparadas para enfrentar desastres naturales. Su dedicación al mantenimiento garantiza que nuestras instalaciones sean resilientes ante estas eventualidades.

Es fundamental no perder de vista lo más importante: mantener la promesa de seguir utilizando combustibles fósiles de manera responsable de tal forma que continúe disponible dentro de unos años para las generaciones futuras, al mismo tiempo que aseguramos un futuro con energía limpia y confiable. Esta dualidad es esencial para garantizar un equilibrio sostenible, donde podamos satisfacer las necesidades energéticas actuales sin comprometer la capacidad de las próximas generaciones de disfrutar de un entorno saludable y recursos accesibles.

No olvidemos que existe el factor humano en todos nuestros activos y, como seres humanos, estamos cognitivamente sesgados para creer solo aquello que se ve a simple vista, pues le ponemos atención a los resultados positivos (como sería crecimiento económico, creación de empleos, etc.), ya que en nuestro círculo es donde más se ve el impacto y es lo único que nos afecta, y como la crisis climatológica es relativamente nueva, no es difícil creer que esa será nuestra realidad para siempre, pues la familiaridad no se distingue fácilmente de la verdad. En este sentido, en MITinfra, aunque siempre tendremos espacio para mejorar, tenemos una necedad envidiable de hacer lo correcto, de no perder de vista nuestro enfoque sustentable, el cual orgullosamente podemos decir que seguimos lo más apegados posibles pues somos pioneros en la cuestión ambiental, social y económicapara construir un futuro más brillante para todos.

 

Fuentes: Panel Intergubernamental de Cambio Climático, National Geographic y Global Energy

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